Naturalizar las ciudades para (también) reducir la contaminación acústica (Entrevista a Rita Gasalla, presidenta del OAS, en EFE Verde)
Tráfico rodado, aviones, obras, ocio y restauración son los protagonistas de la contaminación acústica con la que convivimos en las ciudades y que, frente a los beneficios que nos aportan los sonidos de la naturaleza, es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la segunda causa de enfermedad ambiental, por detrás de la polución.
Árboles y plantas son capaces de evitar la propagación del ruido y de absorberlo, y “meter” la naturaleza en las ciudades nos permitirá disfrutar también de sus sonidos y, por ende, mejorar nuestra salud, de ahí la importancia de naturalizar las urbes.
Además de patologías directamente relacionadas con el oído, como la pérdida de audición o los acúfenos, la exposición continuada a ruidos (más de 70 decibelios) genera enfermedades cardiovasculares, estrés, ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño o dificulta la atención.
Por contra, los sonidos de la naturaleza son beneficiosos para nuestra salud, pues está comprobado que disminuyen el dolor, reducen el estrés y mejoran nuestro estado de ánimo y rendimiento cognitivo, entre otros aspectos, según la revisión de 36 estudios sobre salud y sonidos naturales llevada a cabo por investigadores de Estados Unidos y Canadá.
El trabajo concluye que, además de los entornos cien por cien naturales, los parques urbanos permiten también experimentar sonidos naturales y pueden reforzar la salud pública al resaltar y conservar los paisajes sonoros naturales.
Según la presidenta del Observatorio de la Arquitectura Saludable, Rita Gasalla, naturalizar las ciudades ayuda a absorber contaminantes, como metales pesados o gases emitidos por coches y calefacciones, pero también, y de manera “impresionante”, el ruido.
En concreto, se sabe que los muros naturales (construidos con árboles y plantas) “frenan” el ruido, reduciendo su propagación un 50 % y absorbiendo un 20 %, lo que es “importantísimo” para mejorar la salud de los ciudadanos.