El aire interior está de promedio entre 2 y 5 veces más contaminado que el aire exterior. Una mala calidad del aire por la presencia en concentraciones elevadas de partículas finas en suspensión (PM2,5) procedentes del medio natural o de la actividad humana (antropogénicas) supone un importante riesgo para la salud, pudiendo provocar enfermedades y afectando al bienestar, creatividad y toma de decisiones.

Objetivos del grupo de trabajo: 

• Garantizar la calidad del aire en espacios interiores: Diseñar estrategias y soluciones para mantener el aire interior limpio y libre de contaminantes, reduciendo la exposición a partículas finas en suspensión (PM2.5) y otros agentes nocivos.

• Prevenir enfermedades relacionadas con la contaminación del aire interior: Identificar y mitigar los riesgos de salud asociados a la mala calidad del aire, contribuyendo a la reducción de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otros trastornos vinculados.

• Promover el bienestar en los entornos construidos: Mejorar la calidad del aire interior para favorecer el confort, la creatividad, la concentración y la toma de decisiones de las personas que ocupan los espacios.