La luz es un factor fundamental para la salud y la actividad humana. Tiene efectos visuales y no visuales que afectan al comportamiento y estado de ánimo, y regulando los ritmos circadianos, que establecen nuestros ciclos biológicos y que producen en nosotros cambios físicos, mentales y conductuales siguiendo un patrón diario cuyo principal marcador es el ciclo luz/oscuridad. Su alteración puede favorecer la aparición de patologías físicas y mentales (diabetes, obesidad, depresión, insomnio…).